La rehabilitación de edificios es una decisión muy compleja que no se puede tomar a la ligera, ya que exige la mano de obra más cualificada, con conocimientos técnicos muy específicos por las posibles complicaciones que pudieran aparecer durante el desarrollo del proyecto.
La importancia de la rehabilitación de edificios
La rehabilitación de edificios es fundamental a la hora de reacondicionar las instalaciones para ofrecer unas condiciones de vida a inquilinos que sean las adecuadas.
Se suele dar en aquellos bloques con bastante tiempo de antigüedad, los cuales, debido a esta razón, presentan ciertas deficiencias con el transcurrir del tiempo.
No solo responden a cuestiones de confort de los inquilinos, sino que es más importante aún todo aquel aspecto relacionado con la seguridad que se puede mejorar a través de estas obras, ya sea por los avances que se han conseguido con los nuevos sistemas empleados en la construcción o por los descubrimientos de lo ofensivos que pueden ser algunos materiales usados en otras épocas de la historia, como es el caso de las cañerías de plomo o el amianto.
Otro de los asuntos que más empuja a los residentes de edificios antiguos a la rehabilitación del inmueble es la mayor concienciación por combatir el cambio climático, ya que esta obra conlleva numerosos avances relacionados con este aspecto y mejoran también la calidad de vida de los vecinos.
Además, la rehabilitación de edificios puede conllevar avances en materia social para los habitantes de áreas en peligro de exclusión social, así como un aumento de los índices de empleo por el gran número de profesionales que pueden intervenir durante todo el proceso.
Principales objetivos de una rehabilitación de edificios
Las acciones que se enmarcan dentro de una rehabilitación de edificios persiguen un objetivo común que serían los siguientes:
- Mejora de las estructuras en su estabilidad y resistencia mecánica.
- Optimización de aislamientos térmico, acústico y contra la humedad.
- Renovación de instalaciones de electricidad, gas y agua.
- Adecuación de redes de saneamiento.
- Mejora de las condiciones de eficiencia energética para un consumo más responsable.
- Actualización de las redes de telecomunicación.
- Eliminación de barreras arquitectónicas para una accesibilidad universal.
- Mejora de las zonas comunes.
- Redistribución de espacios para optimizar las dimensiones de los diferentes espacios.
- Instalación o renovación de sistemas de elevación acordes a los actuales cánones de seguridad.
Pasos para llevar a cabo una rehabilitación de edificios
Para llevar a cabo una obra tan compleja, conviene tener claros los pasos a seguir desde el principio:
- Estudio previo: diagnóstico sobre el estado inicial de las instalaciones.
- Proyecto: se trata de las propuestas técnicas de mejora de cada uno de los elementos que se hayan detectado como mejorables en su estructura.
- Presupuesto: en base al proyecto, se especifican los costes estimados asociados a esta obra.
- Trámites administrativos: engloba las licencias y permisos necesarios para comenzar la construcción de forma legal.
- Ejecución propia de la obra, en la que se trabajará en cada uno de los aspectos necesarios para la mejora integral de las instalaciones.
- Firma del documento de final de obra por parte de una empresa de construcción profesional.
- Firma del certificado de final de obra por parte del arquitecto responsable.
Estos son algunos de los detalles más importantes relacionados con una rehabilitación de edificios, la cual, como hemos comprobado, conlleva numerosos beneficios tanto para la estructura como para sus inquilinos.