Una reforma puede ir más allá de una habitación o un domicilio, en la actualidad es muy común la rehabilitación de barrios. A este hecho se le conoce como gentrificación, se trata de recuperar zonas deprimidas y convertirlas en zonas residenciales y dotarlas de servicios.
La gestión integral para la rehabilitación de una zona debe englobar varias disciplinas, desde la reforma de edificios ya existentes a la construcción de nuevas estructuras. Además debe llevarse a este tipo de zona los servicios necesarios para que la población que se traslade a esta zona pueda disfrutar de servicios habituales en el resto de zonas.
Las zonas públicas o comunes son muy importantes en la rehabilitación de barrios. Parques, plazas o avenidas deben suponer un lugar de encuentro y un espacio aprovechable en el que la ciudadanía pueda llevar a cabo proyectos comunes o de ocio. Otro de los factores fundamentales es la eliminación de barreras arquitectónicas. Las zonas de vieja construcción no están adaptadas para toda la población, la gentrificación elimina estas barreras y permite que todo tipo de personas puedan circular, así como los distintos medios de transporte desde coches a autobuses o bicicletas.
La rehabilitación comienza en los años 30 en Holanda. Este país comenzó a optar por la ciudad funcional, un tipo de urbanización planificada que ve la ciudad como un conjunto arquitectónico en el que las partes que la componen se relacionan o cooperan para facilitar la vida al ciudadano.
En España existen dos ejemplos típicos de gentrificación llevada a cabo con éxito. Barcelona ensanchó su casco histórico teniendo como referencia la urbanización de la ciudad de París. Barrios anteriormente deprimidos en los que todavía se sufría la decadencia de las afueras industriales fueron recuperados y hoy en día forman parte de la zona más turística de la capital catalana.
Andalucía es también un ejemplo de rehabilitación de barrios. Granada, Almería y Málaga llevaron a cabo con éxito planes de renovación que incluían zonas residenciales y la implantación de empresas que pudieran ofrecer trabajo a las familias que se trasladaran a estos barrios recuperados.
Las consecuencias de la gentrificación son en gran parte positivas. Por una parte se dota de servicios a zonas y familias que antes no contaban con este tipo de recursos. Los barrios se recuperan y cuentan con zonas comunes y de ocio. Por otra parte, una de las consecuencias negativas de este tipo de acción urbana es la excesiva subida de precio que sufren los inmuebles en estas zonas.
Estas son las bases de la rehabilitación de barrios, si tienes algún comentario puedes escribirnos en nuestro blog.