Uno de los quebraderos de cabeza que tienen que sufrir quienes deciden adentrarse en una reforma en casa es, sin duda, la de la limpieza final de obra, en la que eliminar toda la suciedad provocada por el trajín de los constructores.
Limpieza después de obra por parte de una empresa especializada
Existen numerosas opciones de empresas de limpieza especializadas en prestar un servicio integral para dejar una vivienda como nueva tras una obra o el fin de un periodo de alquiler. Estas empresas pueden ser una buena solución, ya que cuentan con experiencia, técnica y maquinaria adecuada para hacer frente a este cometido con total profesionalidad, seriedad y rapidez.
Cómo realizar una limpieza de obra nosotros mismos
En cambio, si no quieres delegar esta tarea, tendrás que ponerte manos a la obra, ya que, aunque sea la opción más económica, también es la más laboriosa. Puede que te lleve, incluso, varios días poder dar por concluida una limpieza final de obra.
Lo primero es analizar a fondo cómo ha quedado la vivienda tras el paso de los constructores; aunque las empresas de construcción se encargan, generalmente, de la recogida de escombros, queda mucho trabajo por hacer aún así en forma de limpieza de obra. A la hora de hacerte con los productos y utensilios necesarios para hacer frente a una limpieza final de obra, es fundamental este paso, ya que habrá manchas de todo tipo: barniz, polvo, pintura, yeso, cemento… existen numerosas posibilidades de restos que se puedan ver en una casa tras una reforma y debes saber cómo actuar ante ellos con productos específicos para cada una:
- Para cemento o yeso, existen productos específicos en tiendas especializadas como quitacementos, decapantes ácidos, anticalcáreos o desincrustantes.
- Para la pintura, la acetona es muy eficaz, aunque puede dañar la superficie, por lo que quizás haya que buscar algún disolvente que respete el material en concreto.
- En superficies de gres, que es un material muy delicado, deberás pensar en productos que respeten este tipo de superficie.
- Para las manchas en objeto, bastará con un trapo sumergido en un cubo de agua con detergente, que pueda eliminar la suciedad, ya que el agua sola lo único que lograría sería desplazarla.
- Para los techos, otro lugar que acumula suciedad por los trabajos realizados, deberás sumergir una mopa con agua y asegurarte de que no hay exceso de agua para después fregarlo como si se tratara del suelo. Puedes realizar esta misma acción con las paredes cuando veas que las manchas ya son fáciles de eliminar.
El suelo es otro de los elementos que más se ensucian durante una reforma y, aunque los obreros tratan de poner remedio protegiendo los espacios propensos a ensuciarse, a veces pueden acabar perdidos de todos modos.
Un truco para minimizar la tarea de limpieza después de obra es tratar de eliminar la suciedad que se vaya dando tras cada jornada; de esta manera, lo que te encuentres al final del proceso será mucho menor.