A pesar de la tremenda expansión de la electricidad, las instalaciones de gas natural y otros sistemas de calefacción, las estufas de gas son una opción muy común para calentar hogares. En tiempos de escasez, el uso de butano representaba la energía económica. Aunque esta es una opción asequible y eficaz para las cámaras de calefacción, todavía existen algunos riesgos.
Estos hornos generan calor al quemar un gas que generalmente es gas butano (el butano es un hidrocarburo saturado inflamable). Debemos recordar que esta combustión de butano consume oxígeno y produce vapor de agua, por lo que insertar una de las estufas aumentará la humedad relativa y reducirá el oxígeno en la habitación.
El poder calorífico de la estufa de gas es muy alto, algunas superan los 4000W, pero el costo de obtener este tipo de calor es mucho menor que la calefacción eléctrica.
Si la estufa funciona correctamente, liberará agua y dióxido de carbono. Sin embargo, si no se quema correctamente, se liberará monóxido de carbono, un gas muy dañino que puede causar una explosión o incluso ser fatal.
Si bien hoy en día se han desarrollado estufas modernas, cuentan con mecanismos piezoeléctricos de encendido, termostatos, e incluso mecanismos de seguridad que pueden simplificar su uso, pero a continuación, te brindamos una serie de consejos para eludir cualquier riesgo.
- Comprueba siempre que la llama sea azul y no se apague.
- Coloque la estufa lejos de materiales inflamables (como muebles o cortinas).
- Verifique el interruptor de salida de gas: según el uso, mantenga la posición del grifo del cilindro de gas abierta o cerrada.
- Si huele a gas, no encienda la estufa ni la luz, y rápidamente abra la ventana.
- Revisa la estufa de vez en cuando.
- Se recomienda no ponerla en una habitación pequeña y debe apagar antes de acostarse.
- Si en la vivienda hay niños o mascotas, no es adecuado para su uso. En estos casos, lo mejor es elegir los sistemas catalíticos.
¿Qué estufa de gas elegir?
Al elegir una estufa, el factor decisivo es la habitación en la que desea colocar la estufa. Primero, porque deben consumir buena ventilación, porque consumen oxígeno en su ubicación. En segundo lugar, porque dependiendo del tamaño de la habitación, tendrás que elegir un dispositivo con cierta potencia: habitaciones pequeñas con potencia de 900 a 1.800 W; potencia media de 1.800 a 2.500 W; para habitaciones más grandes, la potencia supera los 2500W. En la estufa de gas distinguimos:
- Estufa de gas radiante: Suelen consumir unos 300 gramos de gas por hora y suelen poder calentar una habitación de unos 30 metros cuadrados
- Estufa catalítica: Se estima que consumen entre 140 y 200 gramos de aire por hora y son aptas para habitaciones de menos de 25 metros cuadrados. El modelo con termostato permite regular la temperatura y ahorrar hasta un 30% en el consumo de gas.
- Estufa de llama azul: Son los hornos de convección de gas más seguros y eficientes. Consume unos 300 gramos de gas por hora. Su potencia puede alcanzar los 4.000 W, suficiente para calentar una habitación de 35 metros cuadrados. Son los más eficientes porque consumen menos energía según su poder.
Un dato importante a tener en cuenta con este tipo de estufas, es disponer de detectores de gas en el hogar para estar al tanto de cualquier tipo de fuga.
Dispositivo de detección de gas y monóxido de carbono
La teleasistencia es un servicio con tecnología altamente integrada y eficiente. Definir un modelo de servicio que integre Teleasistencia básica y avanzada, por lo que además del terminal y la unidad de control remoto (UCR), también se deben integrar otros equipos y tecnologías, que permitan al entorno controlar sensores o dispositivos que detecten emergencias personales. Una alarma se activa automáticamente cuando ocurre un peligro potencial para las personas usuarias.
Los periféricos diseñados para detectar fugas de gas, monóxido de carbono, humo o agua pueden brindar protección de seguridad para los usuarios y sus familias causadas por fallas de memoria o deterioro cognitivo, que se olvidan de controlar ciertas situaciones en su vida diaria. También pueden garantizar la seguridad de las instalaciones y controlar los accidentes provocados por el deterioro de las instalaciones en viviendas antiguas.
Estos tipos de equipos pueden detectar fugas de gas butano y propano (gas natural), lo que puede detectar de forma eficaz las fugas de gas en el hogar a tiempo.
