La tarima de exterior es uno de los elementos que más aumenta su uso durante los meses de verano. Es muy importante que conozcamos las características del material que vamos a ubicar, para que su aspecto no se desgaste.
En este post vamos a repasar los distintos tipos de tarima exterior que existen y sus características, aunque existen otros factores más allá del material que también van a influir en su aspecto a largo plazo.
Materiales para la tarima de exterior, reformas de verano
- Tarimas de madera maciza: Es quizá la solución más estética. El resultado suele ser espectacular, sin embargo puede tener consecuencias negativas. Debido al clima de la península, lo mejor es optar por la tarima tropical, un tipo de madera muy resistente tanto a la humedad como a las altas temperaturas. Otras maderas nobles perfectas para terrazas son la teca, el iroko, la jatoba o la massaranduba, aunque es cierto que este tipo de madera suele ser más cara. Por otra parte, si lo que buscas es una tarima de madera natural barata, siempre puedes recurrir al pino, que ofrece también muy buenas condiciones en exterior y requiere un mantenimiento más o menos sencillo.
- Tarimas de PVC: No todas las tarimas son de madera natural. Desde hace unos años podemos encontrar en el mercado tarimas sintéticas, entre las que destaca la tarima de PVC. Este material imita la madera y además, asegura un mantenimiento prácticamente nulo. Las tarimas artificiales son prácticamente obligatorias en zonas húmedas, debido a que el agua hace que la madera natural se deforme, como consecuencia de los cambios de tamaño y forma de la madera debido a la acción del agua.
- Tarimas de composite: El composite es una mezcla de PVC y virutas de madera, que lleva años utilizándose para instalaciones en exterior. Al igual que las fabricadas únicamente en PVC, su mantenimiento es prácticamente nulo, además se trata de un material muy resistente que imita muy bien el aspecto de la madera, aunque es mucho más resistente. Este material se suele utilizar en espacios con mucha humedad, como las zonas anexas a las piscinas.
Como decíamos, hay otros factores que también influyen en el estado de la tarima con el tiempo, algunos de estos son la colocación, el clima de la zona, el mantenimiento llevado a cabo, la calidad del material, ya sea natural o sintético, etc.
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