Eliminar el hollín que se acumula en las chimeneas es imprescindible. Es cierto que muchas de las chimeneas que se construyen son decorativas, y por tanto no tienen este problema, pero para aquellas que sí se usan con asiduidad es imprescindible saber cuánto cuesta deshollinar una chimenea y cuál es el proceso a seguir.
Por qué se debe deshollinar una chimenea
Cuando encendemos una chimenea, el humo es expulsado por la parte superior del conducto, sin embargo en las paredes de la instalación quedan restos de hollín, que hacen que el humo se multiplique y, a largo plazo, impide la expulsión del humo.
En el peor de los casos, el hollín se podría incendiar, debido a que se forma de restos vegetales, produciendo un incendio extremadamente peligroso dentro de la propia chimenea.
Otros riesgos asociados al hollín tienen que ver con las inhalaciones de humo. Si el conducto no está en condiciones, el humo revoca y entra en la estancia.
Cómo es el proceso para deshollinar una chimenea
En la actualidad existe la posibilidad de realizar una limpieza química con un producto deshollinador. Si no hay mucho hollín en el conducto basta con un producto químico para desincrustar el hollín, pero es mejor optar por un proceso tradicional.
La forma más sencilla es utilizar un cepillo desde la parte baja de la chimenea. Tapa con plásticos la abertura para que el hollín no llegue a la habitación. Este proceso suele ser suficiente en la mayoría de los casos, aunque debemos asegurarnos de que el cepillo llega hasta la parte más alta de la chimenea.
Hay un segundo proceso que se realiza cuando la chimenea alberga grandes cantidades de hollín. En este caso el proceso comienza desde la parte alta de la chimenea. Existen cepillos de gran formato que arrastran el hollín de una forma muy eficaz.
Cuánto cuesta deshollinar una chimenea
Si finalmente decides encargar este trabajo a una empresa especializada, el precio oscila entre los 70 € y los 150 €.
Como hemos visto, existen varios métodos para deshollinar una chimenea, dependiendo del proceso que escojamos el precio varía, además las características y altura de la chimenea también influyen en el precio final.
En cualquier caso no es un precio excesivo y conviene, cada 2-3 años, deshollinar la chimenea.
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